Vaya a cualquier supermercado o tienda de delicatessen a comprar un producto cárnico, ya sean jamones, pollo o filetes, y la expectativa será una experiencia de consumo fresca y sabrosa, pero detrás de ese producto hay una gran cantidad de tecnología; gran parte de la mejor de JBT. Los equipos de inyección, utilizados normalmente para añadir salmuera a las carnes, son un elemento clave de la cadena de procesamiento de la carne, y en ellos la seguridad y la eficacia de los alimentos son cruciales para su éxito.
Los equipos de inyección JBT son líderes en la inyección controlada de carne con o sin hueso, además de contar con un cabezal ablandador para carne sin hueso.
Para la industria avícola, la MEPSCO ULTRACAT, ULTRACAT Junior y Inyectora de doble cabezal y tensor ofrecen una distribución uniforme, la mejor retención de humedad y una precisión superior pieza a pieza en comparación con los sistemas de la competencia. Mientras tanto, Inyectoras IMAX de Schröder/Wolf-tecdiseñados y fabricados con precisión alemana, se han convertido en el estándar de la industria en cuanto a rendimiento, consistencia y fiabilidad para la inyección con y sin hueso, y el marinado, para carnes frías y aves de corral.
"Las agujas inyectoras se utilizan para infundir líquido en la carne porque se quiere que esté jugosa como si fuera fresca", explica el director de desarrollo empresarial de atención al cliente de JBT, Humberto Hernández. "Se pone la carne en un extremo, se colocan las agujas -hasta 750 a la vez- y hay una bomba que inyecta salmuera para añadir sabor". Esto puede abarcar todo, desde jamones, bacons y briskets hasta pechugas de pollo, pollos enteros y filetes, continúa Hernández; de hecho, casi cualquier producto cárnico que pueda encontrarse en una tienda de delicatessen.
La seguridad es lo primero
Por supuesto, cuando se trata de inyectar líquidos en productos cárnicos con o sin hueso, la seguridad de los alimentos es una de las principales preocupaciones, sobre todo teniendo en cuenta el inmenso peligro que podría suponer la rotura de las piezas de las agujas. En el caso de los sistemas de inyectoras JBT, las agujas están fundidas y forjadas a la máquina utilizando acero templado para una mayor fuerza y resistencia.
"En el caso de algunos competidores, las agujas sólo están soldadas, lo que conlleva el riesgo de que se rompan y pueden causar muchos problemas a la larga, no sólo en términos de reputación de la empresa, sino que también pueden representar un peligro para la seguridad alimentaria", advierte Hernández. "Las principales ventajas de utilizar este sistema es que da sabor al añadir líquido a los productos. Al mismo tiempo, es sencillo y seguro porque las agujas inyectoras JBT utilizan acero templado de alta calidad que no se rompe durante el proceso."
Hernández calcula que entre el 60 y el 70% de la carne que se vende a través de los puntos de venta de comestibles se inyecta en salmuera. El resto se voltea o se masajea, soluciones que también ofrece JBT.
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